Vida solo hay una
Hay veces que simplemente tienes que pararte a pensar, que vuelves la vista atrás y te das cuenta de que las cosas no han salido como esperabas, que te las esperabas mejor o peor, o que ves que ha sido lo idóneo pero ahora quieres más (nunca pierdas la habilidad de querer más, y sí, digo habilidad porque nunca debes conformarte).
Y la cosa está en que me gustaría haber hecho las cosas de otra forma, una mejor, una que me hiciera menos daño y que hiciera menos daño a los demás.
Hay veces que me siento mal conmigo misma por el hecho de que quiero dedicarme más tiempo, pero no lo hago, o si lo hago al poco tiempo siento que me estoy distanciando de los demás y eso también me hace sentir mal, porque hay personas que me están sorprendiendo, demostrándome más de lo que esperaba.
Este año, al haberme ido a estudiar a otra ciudad que no es la mía, me siento distante de mi familia y mis mejores amigas, aunque también me ha servido para ver la gente a la que de verdad le importo y es que no cuesta nada preguntar "¿qué tal?", porque por ese simple detalle ya se que has pensado en mi y eso son cosas que se quedan en tu corazón, que te dejan huella y te hacen ser quien eres.
A parte, cuando me voy de Málaga (ciudad en la que estoy estudiando), siento que ya no les estoy dedicando el tiempo que se merecen o que me gustaría a las personas de aquí porque algunas me han demostrado más que esas personas que decían "me importas".
El haberme ido me ha abierto mucho la mente: puede que ayudes en casa, pero te das cuenta de las cosas; cuando te toca hacerte la comida, ir tu a comprar al supermercado, controlar el dinero que te gastas, el tiempo que estás en la ducha porque se agota el agua caliente, lavar la ropa, tender, limpiar el piso, etc.
Aunque también tiene sus cosas positivas, porque nunca viene mal aprender a cocinar, además te haces la comida que se te haya apetecido, sales y entras cuando quieres, no le tienes que dar a nadie explicaciones de a dónde vas y con quién vas a estar, de las horas, de dormir, si un día te da pereza hacer tu cama, nadie te dice cuando tienes que hacer las cosas, etc...
Pero te da un grado de madurez, y seguridad en ti misma, porque te las tienes que apañar tú solo, que si has salido y te has quedado sin dinero te jodes, que si te has perdido no puedes llamar a tus padres para que te recojan, que si llegas tarde a clase nadie te va a decir de llevarte en coche, que nadie te va a hacer el desayuno por la mañana, que nadie te va a decir que te pongas a estudiar.
Y es que tienes que aprender a disfrutar de la vida como te venga, saber mirar las cosas por el lado positivo, aprovechar el momento, que una misma oportunidad no se te presenta dos veces, tienes que aprender a decir adiós y a dar la bienvenida, tienes que sabes que hay personas que si les dices que se vayan y después quieres que vuelvan no lo harán, así que, de verdad, aprovechad la vida, cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo, porque nunca nada volverá a ser lo mismo.
- Beatriz. |
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