III
Estoy cansada de que siempre las canciones de amor sean sobre "no soy suficiente y por eso te fuiste y me dejaste solito y desolado", joder, a lo mejor es culpa de la otra persona o de las circunstancias, a lo mejor TU eres la puta ama y esa mierda con pelo no ha sabido verlo.
Estoy cansada de ver que el ser humano dependa tanto de las opiniones de los demás y de las emociones de otra persona respecto a él, es decir, aprenderos a amaros vosotros mismos, que no necesitéis el amor de alguien.
No digo que eso esté mal, que yo entiendo la necesidad de sentirse querido, pero que si hay alguien que no quiere dar amor, pues oye, la mama está siempre.
Y es que por eso primero hay que quererse a sí mismo para luego amar a otros, no porque "entonces la otra persona no va a saber quererte", no, sino porque así si la otra persona te da la patada tu vas a saber recoger cada trozo de tu corazoncito roto en mil pedazos, porque así te vas a poder levantar solo y seguir hacia delante sin mirar atrás, que tienes que decir "Aquí estoy yo y nadie me va a pisotear".
Que os van a romper el corazón y van a intentar dejaros hechos polvo, pero que os levantéis y les déis con la sonrisa en la cara.
* Por supuesto también vais a romper corazones, esa parte también es dura, pero dejadme deciros que si le rompes el corazón a alguien y ese alguien te sigue hablando con la misma emoción y respeto. Creéme, que de verdad te quería. *
Que si alguien os da con la puerta en la cara tenéis que saber que esa persona no os quiere, al menos no de esa forma, procesad esa información y sed capaces de llegar a la conclusión que llegué yo:
He perdido a alguien que no me quería, pero tú, tú has perdido a alguien que de verdad te quería.
Nadie debería de estar triste por amar y todos los sueños se deberían de cumplir, pero el mundo no es justo y a veces hay sueños que se tienen que tachar de la lista.
Que te rompan el corazón, por desgracia es algo real, palpable, y simplemente te toca aprender a vivir con ello.
- Beatriz |
" No sabía dejar ir. Le di muchas oportunidades. A mí me enseñaron a luchar por lo que quería y yo lo amaba y, según mi creencia, renunciar estaba prohibido. Creo que en el fondo me retiraba muy, muy lento; como para darle tiempo de que se arrepintiera del daño que me hacía. Sin mirar atrás, me fui poco a poco. Un paso y luego otro, todos pequeñitos, creyendo que en algún momento me alcanzaría para decirme que había recapacitado y lucharía por nuestra relación. Me pasó que, después de alejarme un poco, volteé a mirar al lugar donde se quedó y él ya se había ido." - Le conté a un colibrí, Denise Márquez.
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