Mi vida.
Ese momento en el que no sabes ni en qué pensar, tienes un lío
de hilos y es imposible de ordenar…
Es claustrofóbico y lo peor es que esa necesidad de salir de
ese sitio no puedes conseguirla a no ser que salgas de tu cabeza, y eso ¿cómo
se consigue? Supongo que durmiendo… pero yo a estas alturas ya no puedo ni
dormir, me cuesta demasiado y cada mínimo sonido me despierta y empiezo a darle
vueltas a la cabeza a todo otra vez.
Una vez que consigo olvidarle siempre vuelve con su hola y
su sonrisa, muchas veces me dan ganas de darle un puñetazo en la cara pero
pienso “Bea, ánimo, contrólate, es solo un año más, el año que viene ya no le
vas a volver a ver” pero el problema está en que siempre me pasa esto, cada año
es igual siempre quiero acabar nada más empezar.
Cuando empecé preescolar tenía a mi mejor amiga, las demás
del grupo con solo tres años ya empezaron a pegarme… fue horrible, una
experiencia traumática para mí.
En primaria solo tenía un amigo, el cual empezó de golpe a
porrazo a insultarme a mí y a mi familia, por lo cual tuve que decirle adiós.
Más tarde, también en primaria empecé con un grupo de
amigas, éramos unas 7, bueno, yo tenía una enfermedad en la piel de la cara (la
cual sigo teniendo y es imposible de curar por completo) solo se puede curar en
apariencia pero sigue ahí, bueno esta enfermedad se basa en que 0% maquillaje
(aun que yo lo use de vez en cuando), cara siempre limpia, nada de tocarse los
puntos negros ni otras imperfecciones… nada. Bueno, ni sé el porqué la verdad,
pero empezaron a darme de lado, al tiempo mi hermana las vio que quedaban sin mí,
más tarde empezaron a insultarme, su adjetivo solía ser “espinillas bubú”
recuerdo que cuando me enteré exploté y lo solté todo, recuerdo que sus excusas
fueron “eso se lo inventó L…” y cuando le preguntaba a esta persona ella me decía
que había sido la otra, al final llegué a una conclusión y les dije esto: no me
importa quién se lo haya inventado, lo que me importa es quién me ha llamado así.
Ahí fue cuando empecé a pensar que tenía un problema en mi
ADN, en mi cerebro que impedía que pudiera hacer amigos o que hacía que tarde o
temprano estos acabaran por no quererme u odiarme y hacerme daño.
Más tarde en la ESO, empecé con un grupo nuevo de amigas, cuál
fue mi desilusión al ver que las anteriores se unieron también… En segundo ya
empecé de nuevo a tener problemas… pero aguanté, por que decía, venga Bea ya
solo son 2 años más, el peor fue el último si os sirve de ayuda.
De nuevo empezaron los insultos, los secretos y las quedadas
sin avisar, después la excusa que decía la que iba de buena era “es que no os
invitan porque les caéis mal” pero como la gente es muy interesada siempre volvían
cuando me necesitaban para algo y lo que más odio de mí pero a la vez aprecio
es que soy demasiado buena, pero de buena algunas veces soy tonta y yo como
tonta hacía lo que querían hasta que ya me tocan demasiado los ovarios y ya no
aguanto más… lo gracioso es que después me preguntan que porqué he dejado de
hablarles.
La estupidez humana no tiene límites.
A últimos de curso me junté con la única persona que había
estado conmigo siempre, con mayor o menor influencia pero siempre había estado
ahí, también me encontré con una amiga de la guardería, lo cual también ayudó
bastante.
En fin, aquí estoy en mi etapa de bachiller, con esa persona
que estuvo siempre conmigo y con esa amiga de la guardería junto con su grupo
de amigos los cuales también me aprecian (supongo xd) y bueno, tengo a la inmigrante, panda y Gel de baño que son de las mejores personas con las que me podría haber topado
y las quiero como a nadie mis “Lost Bullet” además de que soy sociable con los
de bachiller…
Algunas veces sigo pensando que tengo un problema en mi cerebro
o en mi ADN pero intento no pensar en ello, intento ser positiva…
De vez en cuando.
-Beatriz.
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