Sentimientos de un poeta descarriado
Como poeta que rellena sus vacíos con camas de cuerpos extraños;
ese agua tibia que calienta almas congeladas.
Cardenales sedientos de piel a la que teñir de colores púrpura,
colores que reflejen el dolor del alma ausente;
gargantas secas deseosas de saciar su sed con otra boca;
huesos rígidos queriendo ser doblados
y maltratados por unas yemas de dedos no tan extraños.
Oídos deseosos de encontrar esa voz que inspira;
fosas nasales buscando el olor jamás encontrado;
piernas andando un camino ya marcado...
Huellas que se quedan,
como cardenales en el alma una vez cálida
y ahora congelada,
un alma deseosa
de pertenecer a un cuerpo extraño
que alimente los vacíos del poeta.
ese agua tibia que calienta almas congeladas.
Cardenales sedientos de piel a la que teñir de colores púrpura,
colores que reflejen el dolor del alma ausente;
gargantas secas deseosas de saciar su sed con otra boca;
huesos rígidos queriendo ser doblados
y maltratados por unas yemas de dedos no tan extraños.
Oídos deseosos de encontrar esa voz que inspira;
fosas nasales buscando el olor jamás encontrado;
piernas andando un camino ya marcado...
Huellas que se quedan,
como cardenales en el alma una vez cálida
y ahora congelada,
un alma deseosa
de pertenecer a un cuerpo extraño
que alimente los vacíos del poeta.
- Beatriz. |
Comentarios
Publicar un comentario