Pensamientos desapercibidos

Un pensamiento es algo difícil de controlar. Pero déjame decirte que no eres tu edad, no eres la talla de ropa que usas, ni eres tu peso o el color de tu pelo. No eres tu nombre, o las pecas de tus mejillas. Eres los libros que lees, y todas las palabras que dices; eres tu voz ronca por las mañanas y las sonrisas que intentas esconder; eres la dulzura de tu risa, y cada lágrima que has llorado; eres las canciones que gritas a pleno pulmón cuando sabes que estás solo. Eres los sitios en los que has estado, y ese al que llamas hogar. Eres las cosas en las que crees y las personas a las que amas; eres las fotos que hay en tu habitación, el futuro con el que sueñas. Estás hecho con belleza, pero hay veces que lo olvidas cuando decides que estás definido, por todas esas cosas que no eres. Y es que las mejores personas son las que poseen el sentimiento de la belleza, el corage de tomar riesgos, la discipplina de decir la verdad y la capacidad de sacrificars

Las puestas de sol, despertar con el amanecer y con tu canción favorita. La piel de gallina por el toque del hielo, el calor que trasmite la taza de chocolate caliente a la punta de tus dedos. El aire puro matutino, la sonrisa en un día triste, el abrazo de oso en un día frío. Sentir tu corazón crecer con cada latido, con cada respiración, a cada minuto, cada segundo; sentir cada célula de tu cuerpo vivir. Y sentirte infinito. - Beatriz.

Como poeta que rellena sus vacíos con camas de cuerpos extraños; ese agua tibia que calienta almas congeladas. Cardenales sedientos de piel a la que teñir de colores púrpura, colores que reflejen el dolor del alma ausente; gargantas secas deseosas de saciar su sed con otra boca; huesos rígidos queriendo ser doblados y maltratados por unas yemas de dedos no tan extraños. Oídos deseosos de encontrar esa voz que inspira; fosas nasales buscando el olor jamás encontrado; piernas andando un camino ya marcado... Huellas que se quedan, como cardenales en el alma una vez cálida y ahora congelada, un alma deseosa de pertenecer a un cuerpo extraño que alimente los vacíos del poeta. - Beatriz.

He visto a personas decir que ya no esperan nada de nadie, pero sus ojos reclaman que esperan el regreso de alguien; y es que le llaman "crush" porque es como te sientes cuando esa persona no siente lo mismo. Pero tienes que dejar de amargarte, eso no te lleva a ningún lado. ¿No te quiere? Que se joda. ¿Hace frío? Arrópate. ¿Llueve? Sal y mójate. No quieras ser lo que la gente piensa que eres; que si la vida te tumba date la vuelta y mira las estrellas. Es bueno dar, pero no dejes que te usen. Ama, pero no dejes que abusen de tu corazón. Confía, pero no seas tonto. Escucha; pero no pierdas tu propia voz. Porque la mitad de tu belleza es tu extraña manera de pensar. Rendirse no siempre significa que seas débil, algunas veces significa que eres lo suficientemente fuerte e inteligente para dejar ir y seguir hacia delante. No me ayudes, pero tampoco me hagas daño. Odiame, pero no actúes como si te gustara. No me hagas feliz, pero tampoco arruines mi felicidad. Y es

Si puedes ver un futuro sin mí y eso no te parte el corazón, entonces no estamos haciendo lo que yo creía que estábamos haciendo aquí. - Beatriz.

El otoño nos enseña lo bonito que es dejar las cosas ir. - Beatriz.

Puede que como te sientes ahora no sea lo mejor que te has sentido, tal vez pienses que las cosas no irán a mejor, pero no te rindas; muchas veces tenemos una visión tan mala de nosotros mismos que nos parece imposible creer que seamos especiales para alguien. Puede que mañana veas algo maravilloso y que ese algo que tanto te preocupa hoy esté arreglado. Puede que mañana tengas un buen día y lo más seguro es que sonrías (la vida es mejor cuando ríes), porque una simple palabra e incluso un silencio cómodo pueden marcar la diferencia. Dentro de unos años, lo que sea que te esté haciendo estar mal o triste estará más que olvidado, nunca se ha conocido a ninguna persona que sea fuerte y que haya tenido un pasado fácil, todo el mundo tiene un capítulo que no leen en voz alta. Si ese algo sigue sin tener un posible cambio, habrá que aceptarlo, pero es el momento de pensar como un niño pequeño, de ser feliz sin tener razón alguna. Porque si necesitas tener una razón para ser f

1. La gente prometerá no dejarte nunca. Pero lo harán. Y está bien estar triste cuando lo hagan. 2. Siempre está bien llorar. Siempre. Encuentra un cuarto de baño, entierra la cara en una almohada, y déjalo ir. Llora en la ducha. Llora en el coche. Llora cuando lo necesites. 3. Tontearán contigo durante un tiempo y luego te ignorarán. Entonces, tontearán un poco más. Será confuso. Tienes todo el derecho de pasar del tema. 4. Presta atención a lo que dice la gente cuando están enfadados. Cuando te dicen algo que te hace daño y ellos piden perdón, que no querían decir eso; tienes que saber que sí querían decir eso. También deberías saber que no querían decirlo. Perdónales. 5. Nunca intentes ser alguien que no eres. Si no te gusta el té ni las novelas clásicas, no digas que sí sólo para impresionar a los demás. Si no te gusta vestir pantalones rotos o converse, no lo vistas para agradar a alguien. 6. Las personas serán malas contigo; dirán mentiras, te pondrán motes,