Pensamientos desapercibidos

Cuando sientes que todo se te está yendo de las manos y no sabes qué hacer, es como la claustrofobia, te quedas en estado de shock ante una situación inesperada, unos dicen que todo a su alrededor se para, otros que todo se acelera. Yo opino que las dos cosas, al principio todo se queda quieto y de repente todo pasa a una velocidad de vértigo. Después todo son recuerdos borrosos. A unos después de un tiempo le vuelven los recuerdos, a otros no y otros simplemente intentan no recordar. Yo lo dibujo todo, es mi forma de poder recordarlo todo desde que me detectaron alzheimer, me han dicho que también podría escribir, pero prefiero no hacerlo, esta vez es una excepción. Prefiero dibujar porque algún día (no se si lejano o cercano) se me olvidará cómo leer, pero esta enfermedad no me puede quitar la capacidad de ver. Muchos preferirían olvidar las cosas que he visto, yo no. Esas cosas son las que me han hecho ser cómo soy. Esta… es la imagen de mi historia

¿Y si alguna vez en nuestra vida hemos conocido a esa persona pero no hemos sabido darnos cuenta de que estaba delante de nuestras narices? Esa es una de las dudas que me planteo, o… ¿cuán lejos estamos de conocer a esa persona que cambiará nuestra vida, nuestra manera de ver el mundo? No me refiero al amor verdadero ni nada por estilo, no soy mucho de las empalagosidades; no, me refiero a una persona que te enseña, te escucha y te respeta pero no como pareja, sino como alguien a quien conoces y te deja tal marca que nunca la olvidarás, a la que quieres pero sabes que no se mantendrá en tu tren durante todo el trayecto, que en algún momento se bajará y ya no volverás a saber de ella jamás. Una amiga o amigo, compañera o compañero, que te haga reflexionar sobre tu vida y la de otros, que te enseñe a interpretar las señales… Al principio yo misma he pensado “tampoco tiene que ser una persona, puede ser un libro, un corto o una película”, pero no, porque si es un libro