Tic-toc
Lo sé,
llevo mucho tiempo sin escribir algo decente por mí misma,
de mi puño y letra.
Ese puño que no sabe siquiera cerrarse con firmeza para identificar su ira o sostener la pluma.
Esas letras que ya no salen ni de mi materia gris,
ni de la tinta transparente de mi boca.
Llevo días sin dormir,
unos culpan a la calor
y yo te culpo a ti.
Echo de menos la lluvia, esa que te arrastra y quita del medio toda la porquería.
Echo de menos ese frescor del cloro con un poco de agua de la piscina municipal.
Me gustaría ir por el casco histórico con un paraguas rojo y un chaquetón negro, pero siempre he visto innecesario el llamar la atención por actuar de forma inconforme o por una lipotimia.
En verdad no sé qué extraño más, o simplemente qué es lo que extraño...
Admito que no estoy disfrutando las vacaciones,
porque hay desconcierto y desconfianza corriendo por mis venas,
esas que en algunas ocasiones parece que me estrangulan.
Una parte de mi quiere salir afuera saltando y gritando de la felicidad, sin tener una razón concreta.
Pero otra parte de mi... lo único que quiere es estar tirada en la cama leyendo un buen libro y con el aire acondicionado a 23ºC.
Mi cuerpo es una división indivisible.
- Es curiosa mi forma de expresarme,
pues no encuentro ni un buen libro ni tampoco soy buena en matemáticas -.
La pereza me invade y siento que la única forma de conseguir que retroceda en su invasión es que alguien me saque de este colchón con los muelles atrofiados, aunque mirándolo desde otra perspectiva no necesito a nadie, simplemente necesito que pase el tiempo, hasta que llegue esa fecha tan marcada en mi calendario, y es que la espera me está matando.
Nunca he sido una persona impaciente, pero esto me saca de mis casillas - necesito unos espacios más grandes en mi calendario -.
Según el hada madrina la magia acaba a las 12, yo pienso que se equivoca:
A las 12 es cuando comienza un nuevo día, una nueva oportunidad, un nuevo comienzo, un nuevo despertar.
- ¿Nuevo? Ahora parece que lo que necesito es ir de compras -.
Supongo que simplemente lo que quiero es acabar la cuenta atrás, llegar al cero y exponer mis necesidades, el cero de mi vida.
llevo mucho tiempo sin escribir algo decente por mí misma,
de mi puño y letra.
Ese puño que no sabe siquiera cerrarse con firmeza para identificar su ira o sostener la pluma.
Esas letras que ya no salen ni de mi materia gris,
ni de la tinta transparente de mi boca.
Llevo días sin dormir,
unos culpan a la calor
y yo te culpo a ti.
Echo de menos la lluvia, esa que te arrastra y quita del medio toda la porquería.
Echo de menos ese frescor del cloro con un poco de agua de la piscina municipal.
Me gustaría ir por el casco histórico con un paraguas rojo y un chaquetón negro, pero siempre he visto innecesario el llamar la atención por actuar de forma inconforme o por una lipotimia.
En verdad no sé qué extraño más, o simplemente qué es lo que extraño...
Admito que no estoy disfrutando las vacaciones,
porque hay desconcierto y desconfianza corriendo por mis venas,
esas que en algunas ocasiones parece que me estrangulan.
Una parte de mi quiere salir afuera saltando y gritando de la felicidad, sin tener una razón concreta.
Pero otra parte de mi... lo único que quiere es estar tirada en la cama leyendo un buen libro y con el aire acondicionado a 23ºC.
Mi cuerpo es una división indivisible.
- Es curiosa mi forma de expresarme,
pues no encuentro ni un buen libro ni tampoco soy buena en matemáticas -.
La pereza me invade y siento que la única forma de conseguir que retroceda en su invasión es que alguien me saque de este colchón con los muelles atrofiados, aunque mirándolo desde otra perspectiva no necesito a nadie, simplemente necesito que pase el tiempo, hasta que llegue esa fecha tan marcada en mi calendario, y es que la espera me está matando.
Nunca he sido una persona impaciente, pero esto me saca de mis casillas - necesito unos espacios más grandes en mi calendario -.
Según el hada madrina la magia acaba a las 12, yo pienso que se equivoca:
A las 12 es cuando comienza un nuevo día, una nueva oportunidad, un nuevo comienzo, un nuevo despertar.
- ¿Nuevo? Ahora parece que lo que necesito es ir de compras -.
Supongo que simplemente lo que quiero es acabar la cuenta atrás, llegar al cero y exponer mis necesidades, el cero de mi vida.
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| - Beatriz. |
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