Ballet ruso.

Un sueño cumplido,
eso es lo que me llevaba aquella noche de San Petersburgo (Rusia).
El imperio del Zar,
el PALACIO del Zar,
Rusia sabía como lucirse,
sabía enamorarme con ese vodka que es capaz de rajar mi garganta.
"El lago de los cisnes", "El cascanueces"
me enamoraban,
me atraían,
me emocionaban,
nadie sabía lo que significaban para mí.
Un sueño frustrado...
Querer hacer ballet,
ser bailarina,
ser el cisne que llena el escenario sin necesidad de nadie más...
Pero eso nunca sucedió,
ni nunca sucederá,
como he dicho era un sueño frustrado...
Y se quedará en eso:
Un sueño frustrado.

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